top of page

No nos gusta pensar en ello, pero nuestros hijos sordos o con perdida de audición corren un mayor riesgo de sufrir abuso y abandono. Como cualquier niño, corren riesgos. Como niños que no siempre pueden comunicarse con facilidad y fluidez, o comprender los matices de una conversación con vecinos, cuidadores o desconocidos, corren un riesgo aún mayor de ser víctimas de alguien, en algún lugar...
Si podemos detener ese ciclo con tan solo un niño, con una familia... nuestros esfuerzos valen la pena.
Para obtener más información sobre el Proyecto de Seguridad Infantil O.U.R.:
bottom of page